Noticia


martes, 31 de enero de 2012

Bego

Pensaba antes de escribir este post
que más que perlas que encuentro
son personas que encuentro,
personas nuevas que entran en mi vida.

Bego venía de vuelta de la vida cuando la casualidad nos cruzó.
Tenía una historia que le daba mil patadas a mis pequeñas experiencias.
Tenía el saber hacer de saber escuchar sin prisas
pensar sin descubrir los prejuicios que a todos nos cubren
y endulzar las palabras para sentirse querido
cómodo, diria yo, con su presencia y su sonrisa

miércoles, 25 de enero de 2012

A qué huele la vida?

Me aferraba a la vida que se iba
No con urgencia pero si con la prisa que da
el saber que se escapa lentamente la vida.
Aún así la vida seguía al mismo ritmo
indiferente a mi devenir, a mi lento vivir
o a mi lento morir. No sé
La vida me quiso dar una oportunidad más
de darme cuenta de lo que se me escapaba
y me dió un hijo, un hijo que viniera a cubrir el vacio
que dentro que poco dejaría yo.

Apenas hacía unas horas que había venido a la vida
y reposaba en mis brazos tranquilos.
Lo acerqué a mi cara para sentirlo,
para verlo de cerca, como si quisiera conocer
cada uno de los poros de su piel.
Lo besaba lentamente esperando
absorber el sabor de su piel en mis labios
y respiraba lentamente
para lentamente oler
cual era el olor que desprendía la vida

viernes, 20 de enero de 2012

Apostar

Como si fuera "atrapa un millón"
uno tiene 1440 minutos al día
para dedicarlos a lo que quiera
y como quieras.
Mi apuesta fue inconsciente.
No supe repartir mi tiempo
y lo poco que repartí lo repartí mal.
Ayer era mi cumpleaños y nadie me llamó.
También es verdad que si me hubieran llamado
no sé muy bien si lo hubiera cogido.
Realmente no sé muy bien quien me tendría que llamar;
no esperaba a nadie que me llamara,
no estuve pendiente del teléfono en el día de ayer.
Hace apenas 40 días faltó mi mujer.
Entonces la iglesia estaba llena,
pero no sé muy bien si por ella,
por mi o por su familia.
El caso es que desde entonces
poco a poco han ido menguando
mis relaciones sociales.
El precio de haber apostado todo a una carta
el precio de haberme centrado sólo en ella
el precio de haberme descuido
de haberlos descuidado.
Sí, conozco gente,
sé que si los llamo,
ellos sí me cogeran el teléfono,
sin embargo me siento solo,
no tristemente solo,
sino resignadamente solo.
Sabiendo que es el precio
de haberlo apostado todo a blanco
y haber salido negro
Nadie me llama
centrarme en alguien
apostarlo todo a una carta

domingo, 15 de enero de 2012

Volcán

La vida es como una isla formada por un volcán en erupción.
Soy como una isla maciza.
Entonces empiezo a hervir,
empiezo a experimentar una explosión
hasta que en la cima de mi monte
explote el volcán.
Entonces la lava hará crecer la montaña
y dejará vacío el interior de la isla.
Entonces la estructura cavernosa de mi isla
hará que ésta se hunda.
Las orillas de las playas de mi isla se hundirán.
El perímetro de mi isla se reduce cuando
las playas se inundan y se cubren.
Mi volcán volverá a entrar en erupción
unas cuantas veces más en mi vida.
Volverá a crecer la montaña,
volverán a inundarse mis playas
y creceré en altura hasta hacer
de ni isla una escarpada montaña

martes, 10 de enero de 2012

Convexión perceptiva

Me pasa algo curioso curioso cuando fumo mucha maria.
Digo que es curioso porque no conozco a nadie más que le pase.
Se me distorsiona la percepción de un modo extraño.
Dejo de ver las cosas como son.
Me pongo las cosas cerca de mi nariz, todo parece normal
pero poco a poco a medida que la alejo
la imagen se va haciendo más grande
hasta ocuparlo todo.
Cuanto más lejos está algo, más grande lo veo,
más se me distorsiona y más lo ocupa todo
y más incapaz soy de ver lo que tengo cerca.

jueves, 5 de enero de 2012

Max

Llegaba a casa de una amiga
y fuiste tu a abrirme la puerta.
No dijiste nada, sólo sonreiste
y eso fue suficiente para robarme el corazón.
Extendiste las manos
demandando lo que me habías robado.
No me sentía robado
sino que sentí que mi vida tenía valor
porque tu se la dabas.
Te sentaste en la puerta
abriendo el corazón, envuelto en papel de regalo
que te había dado.
Me volviste a mirar, me sonreiste
y "Gracias" fue la primera palabra que escuche de tus labios.
Luego entramos en la cena que mi amiga nos había preparado
y donde tu eras el invitado sorpresa
convirtiendo en el centro de atención.
Todo lo demandabas, todo
Todo lo que decíamos y compartíamos
llenaba tus oídos, tus manos y tu sonrisa.
A pesar de todo ello me fui sin saber muy bien
cuando ni donde habías nacido
sin escucharte ni una sola palabra
y sintiendo que ya eras muy importante para mi.