
Noticia
viernes, 31 de diciembre de 2010
Fin de trayecto

miércoles, 22 de diciembre de 2010
Torre de naipes
domingo, 12 de diciembre de 2010
Carta
Me ha dicho mi psicoterapeuta que será bueno que te escriba
que te escriba aunque no sepa si vas a leer esta carta.
¡Qué tontería! Sé que no lo vas a leer. No lo puedes leer.
Sin embargo me dijo que sería bueno que te dijera lo que sentía por ti,
que te escribiera todo lo que creyera que se me había quedado por decirte
que me despidiera, que te dejara ir en paz, o que al menos me quedara yo en paz.
Y a eso estoy.
Lo primero que quiero decirte es que siento rabia;
siento rabia porque te vas, o porque me voy, porque me dejas o porque yo te dejo
da igual quien sea el protagonista, el caso es que me da rabia que nos tengamos que separar.
Me da rabia que además, en ese momento, no pueda exprimir esos segundos
vivirlos intensamente, y dejar que los nervios hagan torpe mis palabras
mis gestos, mis caricias, mis besos, lo que pueda haberte hecho sentir
que imagino que se acerca más a que parezca que no siento nada por ti.
No es así.
El segundo sentimiento que me creas es de agradecimiento.
No hay palabras para darte las gracias, pro ello que me parezca absurdo escribirte
para darte las gracias, porque me parece que no llego al uno por cien de lo que quiero decirte.
Necesito, quiero, deseo decirte lo importante que han sido los minutos que me has dedicado,
tus miradas, los segundos en que tu vida se ha cruzado con la mía y la ha llenado de sentido.
Darte las gracias pro el regalo de tu existencia, por el regalo de tu presencia,
por el de tu tiempo, de tu ternura, de tu paz, de tus caricias, de tu amor y de tu vida.
Gracias , gracias y gracias.
No es una cuestión de que persona es más importante en mi vida,
durante los segundos que estuvimos juntos, fuiste tu, porque mi vida estuvo en tus manos
quiero darte las gracias por como la cuidaste, y como me diste vida a mi vida.
No tengo nada más que decirte. No tengo rencores, no hay dolores, no hay pensamientos ocultos.
Los errores, las contradicciones no forman parte ni de una infinitesima parte del todo lo que me diste.
Quiero que sepas que mi sonrisa es sincera,
y que mi admiración por ti es sencilla e incondicional.
Nada más,
Después de todo esto,
me puedo ir tranquilo
y quiero que tu también lo estés en tu futuro
Te quiero