A veces aprendemos cosas, a pesar de la edad, por nuestra propia terquedad.
A veces sin que nadie nos diga nada descubrimos el camino que os lleva hacia un nuevo estímulo. A veces descubrimos soluciones que no buscábamos, pero que nos alegran.
Entonces nos sentimos más jóvenes, nos sentimos poseedores de un tesoro, por contar o con el cual dormir abrazados y creemos, solo entonces, que somos inmortales o que la muerte vive muy lejos de nosotros, aunque sea solo entonces.
martes, 20 de enero de 2009
Aprender a los 50
Etiquetas:
Pensamientos de todo a 100
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario