Cuando una puerta se abre el resto se cierran.
Bueno, eso es lo que debería ser.
Tu cobardía hace que no te atrevas a cerrar ninguna puerta.
Te veo delicadamente obstinarte en dejar puertas abiertas
en encender luces para dar pistas de que estás ahí
sin decir que quieres entrar por esas puertas.
Eres tan cobarde que si alguien te abriera la puerta
debería estar seguro que seguirías dejando el resto abiertas.
Vas abriendo puertas y vas abriendo heridas
lunes, 27 de abril de 2009
Puertas abiertas
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