Podrán decirme lo que quieran
podrán decirme que es la edad
que es la soledad, que es lo típico.
Pero esta angustia es tan mía como mis dedos
y con ella voy anudando la fuerza a mi alma.
Me abraza y me acuna en el aire del día
en la inquietud del color de las paredes
de las innumerables antenas
en la inmensidad del mar.
Es sentirme a la vez tan pequeña y tan grande
No quiero dormir
quiero permanecer clavada en la noche
como una estaca de madera
Pero se me enredan las palabras
en las manos y en la cabeza
Me duele la cabeza
las manos, al cabo, están cansadas
podrán decirme que es la edad
que es la soledad, que es lo típico.
Pero esta angustia es tan mía como mis dedos
y con ella voy anudando la fuerza a mi alma.
Me abraza y me acuna en el aire del día
en la inquietud del color de las paredes
de las innumerables antenas
en la inmensidad del mar.
Es sentirme a la vez tan pequeña y tan grande
No quiero dormir
quiero permanecer clavada en la noche
como una estaca de madera
Pero se me enredan las palabras
en las manos y en la cabeza
Me duele la cabeza
las manos, al cabo, están cansadas
Morgana
de las
hadas
1 comentario:
La de veces que habré pensado qué habrá sido de ella...
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