el sonido de mi espada corta el ruido del vacio que provoca tu silencio
he oído un ruido y no he dudado en utilizar mi arma para ponerme en posición de defensa,
lo haría incluso a sabiendas de que el ruido no procediese de ningún enemigo.
Además siempre fue nuestra forma de darnos la bienvenida:
Rotaba rápidamente sobre mi pie izquierdo hasta tu posición,
mientras mis manos se dirigían a la vaina que pendía de mi cintura,
flexionaba la pierna izquierda, dejando la derecha tensa hacia atrás
y alargaba los brazos con mi espada desenfundando a mi eterna compañera,
luego si eras tu mi compañía, sonreía, me erigía en mi posición
y agachaba la cabeza a la vez que guardaba el light sabre;
entonces sin prisas, disfrutando el momento, lentamente
me acercaba hacia ti, con las manos extendidas
sobresaliendo de la túnica, sonreía y te abrazaba
dejando reposar mi cabeza en el hombro de lo que para mi
siempre había sido un guerrero de la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario