Noticia


jueves, 1 de diciembre de 2005

33 (1ª parte)

Ayer cumplí años.
No sé porque pensé que iba a ser un día como otro cualquiera (a veces tengo unas ideas más tontas), pensé que no lo sería porque no me sentía especial para nadie, especialmente. Entonces que no habría fiesta en la cocina, ni bailes sin orquesta, ni ramos de rosas con espinas.
El caso es que no fue así; quizás el tiempo que la soledad me dispone para percibir la vida me dio a entender la de miradas y pensamientos que se dirijían a mi. El tiempo que algunas personas, entre ellas tu, había dedicado para pensar que podría hacer por mí: Un lirio, una montera, esa película que a mi tanto me costaba encontrar, la caja pintada por ti, esas fotos, aquel pijama dedicado con una canción de Sabina o la otra caricatura que me hicieron junto a Sabina... entre mil cosas más inconfesables, me hicieron olvidar que estaba solo o me recordaron que no lo estaba: Mil llamadas telefónicas, unos cuantos mails...
Gracias
Así si merece la pena levantarse cada día.