Noticia


miércoles, 29 de abril de 2009

Voluntario

Por definición voluntario es aquel que decide hacer algo sin que nadie le obligue.
Normalmente un voluntario decide realizar una acción lo que implica un tiempo
El tiempo que dedica un voluntario es desinteresado, que no hay que confundir con ilimitado.
Desinteresado es que no tiene interés en recuperarlo, o simplemente que regala ese tiempo.
Ese tiempo que vale, que tiene un precio, el lo regala.
¿Por qué lo regala? Porque lo que va a hacer tiene un valor para él.
Sin embargo es muy adecuado agradecer ese tiempo, pero sobre todo ser consciente de él.
¿Qué diferencia hay entre un voluntario y un trabajador que realizan las mismas tareas?
Pues las diferencias son inmensas.
El primero regala su tiempo y el segundo lo vende. Entonces no es el mismo tiempo el del primero que el del segundo. El tiempo del voluntario prende muy facilmente, así que hay que cuidarlo para no quemarlo enseguida.
El primero no asume responsabilidades, mientras el segundo, el trabajador, cobra por su responsabilidad. Una equivocación es responsabilidad del trabajador, nunca del voluntario. A ver si encima de regalar el tiempo, va a tocar pagar los gastos. Por tanto es algo paradójico que un voluntario realice acciones de responsabilidad, porque ... a quien pedirán luego responsabilidades?
El voluntario realiza un trabajo casi mecánico, no por ello menos satisfactorio, facilita ala tarea al trabajador, para que este pueda dedicarse a trabajos de responsabilidad.
El voluntario es un eslabón de una cadena, que la hace más larga para que llegue a cualquier lado.
el trabajador es la grúa que trabaja, y lleva las cosas de un lugar a otro. Es el responsable del movimiento. El eslabón, el voluntario, ayuda solo a que ese movimiento sea posible y más fácil.

Si tienes voluntarios cuidalos, porque se queman y se rompen fácilmente.
Cuidarles no es hacer lo que a ti te apetece, es velar también para que ellos se sientan a gusto.

lunes, 27 de abril de 2009

Puertas abiertas

Cuando una puerta se abre el resto se cierran.
Bueno, eso es lo que debería ser.
Tu cobardía hace que no te atrevas a cerrar ninguna puerta.
Te veo delicadamente obstinarte en dejar puertas abiertas
en encender luces para dar pistas de que estás ahí
sin decir que quieres entrar por esas puertas.
Eres tan cobarde que si alguien te abriera la puerta
debería estar seguro que seguirías dejando el resto abiertas.
Vas abriendo puertas y vas abriendo heridas

jueves, 23 de abril de 2009

Soy

Soy lo que quiero

soy lo que no sé explicar
Soy tu deseo
Soy tu complicidad
Soy tu compañía
Soy tu soledad
Soy tu buen tiempo
Soy tu tempestad
Soy tu sueño anhelado
Soy también tu malestar
Soy los días que pasan
Soy los que han de pasar
Soy tu luz en la noche
Soy también tu oscuridad

lunes, 20 de abril de 2009

Juego de Cartas


Tengo cuatro cartas en la mano, cada una tiene un nombre que decidiré cuando juego, aunque busco jugarlas todas. Tengo un comodín que me da la tranquiliad de que no me iré vacío.

Tengo cinco contrincantes, cada una de ellas me gusta más que las otras. Es difícil.

Quiero jugar con la primera, pero la primera sabe que perderá conmigo y no quiere jugar; y se muere por mi, y sin embargo... controla la tentación.

Con la segunda ya he jugado alguna vez, y ella me ganó como nunca antes nadie me ha ganado. Quiero la revancha, quiero una segunda oportunidad y ella dice que me la da, pero nunca hay un momento para jugar. Busca excusas

Otra quiere jugar y yo no la quiero ni ver, es toda trampas, es un agujero donde no me quiero meter. No sé que cartas lleva, pero está claro que hará lo indecible para ganar, incluso trampas.

Otra es una kamikaze, es capaz e jugar hasta hipotecar la casa de sus padres, tiene cara de vicio al juego, ero no me conoce y yo no la conozco

Tu me sonríes, no has mirado us cartas y sin embargo quieres jugar. Esa es la actitud. Te pregunto por tus cartas, y me dices ,que da igual, que tu has venido a jugar, no a pensar


Simplemente me quedo contigo

viernes, 17 de abril de 2009

Parabola

- Toda palabra y toda imagen que se emplee para referirse a Dios, tiene más de falseamiento que de descripción
- Entonces ¿Cómo puede hablarse de Dios?
- Por medio del silencio.
- Y si es así ¿Por qué hablas tu con papabras?
El maestro le contestó:
Cuando yo hablo, no debes escuchar las palabras. Escucha el silencio

miércoles, 8 de abril de 2009

Silencio, he oído un rumor

Aprendí a ser callado. a estar callado.
No es que nadie me lo enseñara,
simplemente que el condicionamiento operante hizo su labor.
A veces no sabes que decir, la indecisión retrasa tus palabras
y cuando las tienes elegidas y coges aire para responder
ves que llegas demasiado tarde y que le adversario ya toma la palabra
en dirección opuesta a la que tu estabas dispuesto a tomar.
Entonces cierras la boca y escuchas.
Ten paciencia! Aprende a esperar!
Y la experiencia me enseña que le ataud de tu adversario verás pasar.
No, no soy de venganzas.
Sólo de palabras tardas.
No las esperes, no las diré.
Porque aprendí a no tener necesidad de decirlas.
Por eso las publico aquí, donde sé que tu no las leerás
y tu que crees que van dirigidas a ti
no tienes nada que ver con ellas,
más que si solamente piensas que hablan de mi.
No, guardaré silencio, porque lo quiero guardar.
Publicaré mis respuestas en blogs que nunca leerás,
en espacios a los que no tienes acceso,
porque a fin de cuentas, el objetivo no es hurgar en la herida,
no es echar un anzuelo para ver quien pica,
no es que te comas más la cabeza,
cuando no espero nada de ti.
No he querido hacer nunca daño
pero no soy perfecto, también me equivoco,
y no por miedo a equivocarme me callo.
Me callo porque el silencio es mi respuesta,
no cobarde, sino simplemente mi respuesta.

lunes, 6 de abril de 2009

Frente al espejo


Me miro y me sorprendo...
hace tiempo que no me veo.
Mirar es fácil, lo complicado es ver,
y aquí estoy, frente al espejo reconociéndome.
Más libre, más suave, mas viejo...
una fruta madura, lista para comer.
Apurado por no perder el tiempo,
el encanto, el presente…
Sé que cada segundo lo veo partir sin poderlo retener.
Cuarenta otoños,
con sus frías calles y sus desteñidos colores.
¡Soy yo!
El que cuarenta veces esperó tranquilo,
soñó despierto y sobrevivió;
el mismo que agradeció el invierno
sólo por el placer de abrazar la primavera

jueves, 2 de abril de 2009

El amor de mi vida


Si mi vida no se extendiera en el tiempo,

si no atravesara colinas y valles de tiempo,

días y noches de tiempo,

tormentas y primaveras de tiempo,

desiertos y vergeles de tiempo,

si no fuera un viaje permanente en el tiempo,

un viaje en donde transitar es más importante que llegar

¿Cómo podría decirle que ella es el amor de mi vida?