Noticia


miércoles, 30 de agosto de 2006

El final del verano

Los días como hoy saben a último capítulo de verano azul.
Se pone una música melancólica en el corazón
y el sol brilla con fuerza, mientras tu esperas,
aburrido, a que pasen las horas
sin saber muy bien como aprovecharlas,
como un martirio chino,
como un caliz amargo.
O llueve y entonces la melancolía se te clava en las entrañas
y sólo vive el recuerdo de los días de sol, de risas, de besos.

Feliz vuelta al curro

viernes, 18 de agosto de 2006

Flashback

Me llevé la mano a la mejilla, mientras se me acristalaban los ojos de odio. Él me seguía gritando, el muy hijo de puta:
- ¡¡¡Qué te crees, qué a mi no me duele?!!!
Y tras un silencio se respondía él mismo a gritos, para escucharse bien:
- ¡¡¡Me duele a mí más que a ti!!!!
El cabrón había estampado toda su mala hostia sobre mi mejilla y encima pretendía que yo me compadeciese de él, y viera lo buen padre que estaba siendo.
Sus ojos rojos delataban la colera desatada, que había desbordado su descontrol, y que había ido a chocar contra mis huesos

martes, 15 de agosto de 2006

Los aviones

De un tiempo a esta parte los aeropuertos ya no son lo que eran en mi vida.
Hubo un tiempo que ir a un aeropuerto era como ir a una boda.
Me arreglaba, me duchaba justo antes de partir,
me afeitaba la barba de tres días
y elegía con precisión la ropa que me iba a poner.
Me perfumaba y me ponía mis mejores galas.
Estaba pendiente de todo y de todos
y el corazón se me aceleraba a medida que se iba a cercando la hora,
no dormía la noche anterior, pensando como estaría
la gente que iba a estar esperándome en el otro aeropuerto.
Pensaba que les diría, una frase lapidaria
que les demostrara lo mucho que les había echado de menos
o las ganas que tenía de volverlos a ver.
Hoy ya no es así: Ni me afeito ni me ducho
ni tan siquiera hago la maleta hasta diez minutos antes de partir.
Me pongo lo que no me acordé de meter en la bolsa
aunque fuera lo mismo que ayer me puse para ir a la playa.
Me acompañan hasta el aeropuerto, pero ya ni bajan del coche.
Nos despedimos como si nos fueramos a ver mañana,
apostillando cualquier despedida con un: ¡gracias por todo! De verdad.
Y ya, lo demás es rutina, incluso llegar al aeropuerto de destino,
porque allí nadie me espera, más que mi coche
que espero que esté, y cuando llegue a casa,
tampoco nadie me esperará.
Sólo mis cuatro paredes y las sombras que pueblan los pasillos

lunes, 14 de agosto de 2006

El viaje

Siempre me quedó muy claro que yo quería ser un viajante, o un viajero. que aquello de ser turista no iba conmigo. no estaba dispuesto a perderme ningún momento, porque me di cuenta que en muchísimo casos, la meta no mereía la pena; y si la merecía el camino.
Por eso desde entonces:
- me importa poco donde vayamos y me importa más por donde vayamos o con quien vaya.
- me importa menos lo que hay donde llegue que lo que vea por el camino
- me importa menos el orgasmo y más los preliminares
- me importa menos la meta y más el camino
porque de un tiempo a esta parte
me di cuenta que el camino es la meta

viernes, 11 de agosto de 2006

Pendiente del otro

Cuando no somos los mejores (y es evidente que no lo somos)
conviene utilizar una estrategia para ganar.
No podemos funcionar solo pensando que es lo que haremos
porque quizás lo que hagamos termine chocándose
con la libertad de otros, o con cualquier tipo de defensa
La estrategia consiste en pensar que ficha mover,
y preveer que ficha moverá el otro,
o que fichas puede mover,
para ver las posibles opciones que dentro de un tiempo tengamos
En estas cosas no basta con el carpe diem.
Las herramientas son la observación, la escucha, la empatía
y el camaleonismo (que es algo que me acabo de inventar ahora)
para convertirme en el color del enemigo,
sin ser hipócrita... escuchar y dejar hablar, observar.
Vivir no mirándose el ombligo, sino pendiente de los demás

PD. Los mejores son los mejores, por que son capaces de utilizar estrategias
para adelantarse a los movimientos de los otros

jueves, 10 de agosto de 2006

Mientras me aguanten los huesos
yo quiero seguir cantando
quiero estar estar cerca de tí,
lo mas lejos.... a tu lado
Tu mirada en un balcón;
tú te asomas yo te canto
He pintao mi corazón
con el rojo de tus labios
Sé que no puedo dormir
porque siempre estoy soñando:
En invierno con el sol
......con las nubes en verano
La luna era una farola
y a ella me abracé borracho
y acabé buscando versos
en el fondo de mi vaso.
Todo lo que no aprendí
nunca se me ha olvidado
No he perdido la razón
y tampoco la he encontrado

Fito y los Fitipaldis

miércoles, 9 de agosto de 2006

El final

Nunca me importaron mucho los finales, porque al final todo sale bien.
Aprendí que lo importante en un camino, la meta no está al final,
sino en el mismo camino... porque el final, antes o después siempre llega
y al final todo termina bien, y si no termina bien es que aún no era el final.
Le escuche decir el otro día a Gregory House que no me preocupara,
que al final todo acababa bien, que el problema derivaba de saber
cuando llega realmente el final.
Aún así disfrutemos también de ese camino hasta el final,
porque realmente es lo que vivimos,
el final es solo un segundo, un punto en el espacio,
casi sin tiempo en un suspiro...
Y que en muchas ocasiones no es ni tan siquiera el final,
sino solo el momento en le que nos gustaría que todo terminara,
o no que terminara, sino que se congelara, para disfrutar
ad infinitum de esa felicidad.
Pero esa felicidad sólo tiene sentido cuando viene acompañada de dolor
(quizás no sea esa la mejor palabra para definirlo)
pero sólo valorar lo que tienen aquellos que un día no lo tuvieron
y con la felicidad pasa lo mismo.
Sólo puede ser feliz el que un día no lo fue.
Vivir eternamente felices debe ser un autentico coñazo.
De todos, ya digo, los finales no existen,
más bien son los momentos en los que nos gustaría que fuera el final,
pero tras todos los finales hay un nuevo principio.
¿Dónde creeis que fueron Cenicienta y el Príncipe?
Pues algunas perdices comerían,
pero cuando Cenicienta se saltaba le protocolo de palacio,
o no cedía a los deseos sexuales de un príncipe caprichoso y consentido;
las discusiones y peleas, al borde de la separación
porque el príncipe se iba de putas con sus amigos
(a tomar unas copas para el resto del pueblo incluida mujer),
la depresión y los narcóticos que sedaban a Cenicienta
eso no lo cuenta el cuento, ni lo fea que se volvió
fruto del alcohol consumido...
Los finales son solamente esos momentos felices que queremos congelar.

martes, 8 de agosto de 2006

El sol y la luna

Tengo muy claro por donde sale el sol cada día,
incluso me atrevo a pronosticar más o menos la hora,
pero no sé nunca por donde va a salir la luna,
quizás sea de sentido común, siga un orden lógico,
e incluso el 90 % de la población lo sepa, pero yo ese día no fui a clase.
Tengo que mirar todo el cielo para preguntarme ¿dónde coño está?
En momentos puedo decirte si esta noche será creciente o decreciente,
porque ayer o antesdeayer me fijé, o si es llena o nueva
pero nunca se me ha ocurrido pensar por donde sale
o si siempre sale por le mismo sitio.
Tampoco a que hora sale ni a que hora se pone.
El caso es que ayer por la noche la luna casi llena se coló por mi ventana
Mi cuerpo desnudo yacía inherte sobre el colchón
la ventana semiabierta permitía que la brisa acariciara mi cuerpo;
entonces fue cuando la luna llena se coló por mi ventana
para espiarme, para broncearme la piel color plata;
darle este color tan inoportuno y uniforme que ahora tiene
y una suavidad que exhala tranquilidad y paz

lunes, 7 de agosto de 2006

Andar por andar

Mil canciones y poemas hablar de andar y de caminos, desde Machado a Chambao.
Y no sé si tiene sentido, lo que sí sé es que sigo andando, aunque me duelan los pies, aún sabiendo que ese camino me hace daño.
El último antesdeayer, era de noche, llovía y no se veía una puta mierda. Además iba solo, bueno, sólo con 15000 personas más que no conocía de nada, a una sí, a padre, pero andamos a distintos ritmos (de eso ya me he dado cuenta hace tiempo). El caso es que el camino era largo y angosto, difícil y, entre las pocas cosas buenas que tenía, te permite pensar. Me dió tiempo a rezar ti, y por los otros, incluso por los que no conoces; me preguntaba que estarías haciendo, fueras quien fueras, y la respuesta casi siempre era la misma: estarás durmiendo. Se me ocurrían mil posts para escribir el día siguiente. Se me ocurrían los títulos: "la soledad del corredor de fondo"; pero le día siguiente todo se había difuminado como un sueño, las reflexiones, las palabras bonitas, los poemas, habían desaparecido y sólo quedaban las ampollas y una pequeña tendinitis que me recordaba que yo había estado allí, y que en poco más de 8 horas había subido los 48 kilómetros inncesarios que me separaban de una deuda pendiente, de una meta a la que un día renuncié, cuando pensaba que no merecía la pena andar por andar.

viernes, 4 de agosto de 2006

Por la escalera

Si me dieran a elegir entre moda y arrabal,
si tuviera que mentir lágrimas de carnaval,
si pudiera desandar la memoria que tanto descuidé,
si supiera amortizar tu desamor y mi fe,

si la estéril vanidad de la estatua de cera que prendí
me absolviera del amor eterno, si el infierno pasa por aquí,
si dijeras sálvame, si quisieras nombrarme tu escudero
y si el trece más uno de febrero te decidieras a calmar mi sed,

cómo sería…
si bajaras tú…
si subiera yo…
si subieras tú…
si bajara yo…

Si volviera a mancillar la bandera que juré,
si me diera por matar muertos que viven de pie,
escalera de color, primavera de otoño, mes de abril,
no alimentes, corazón, duelos entre el no y el sí,

me desarmo por su amor, como un guerrero la espero en cada esquina,
mientras el bombón de mi vecina sólo busca amores de estación,
si dijeras sálvame, si quisieras nombrarme tu escudero
y si el trece más uno de febrero te decidieras a calmar mi sed,

cómo sería…
si bajaras tú…
si subiera yo…
si subieras tú…
si bajara yo…

cómo sería si bajaras tú,si subiera yo…

Escrita por Joaquín Sabina, para el nuevo disco de Diego Torres

jueves, 3 de agosto de 2006

Alterados

Vivimos alterados,
que es la situación vital de cualquier animal,
cualquier animal pendiente del mundo,
de cualquier animal con miedo
con miedo del resto del mundo.
Vivimos al acecho de los movimientos de los demás
ellos guian los nuestros
son las señales, que como en un juego
dictan que fichas debemos mover.
Ese vivir alterado es natural en el animal
e inconcebible que no sea así.

El hombre tiene el poder de cambiarlo
y de vivir ensimismado,
de vivir centrado en si mismo
de disfrutar, saborear y hacer consciente
cada uno de los segundos de nuestros vida;
respirar más hondo
y sentir como corre la sangre por las venas
de no perderse detalle de lo que pasa
dentro y fuera de uno mismo
sabiendo que cada segundo será único e irrepetible
y que nunca volverá
de no perderse detalle