Noticia


sábado, 30 de septiembre de 2006

Dilema

El problema me surge cuando llego a la cama y me encuentro con una pila de libros que he empezado, cada uno de su padre y de su madre, de un estilo diferente, que nunca sé si me apetece leer.
El que lleva más tiempo, el Quijote, es la base, el pilar del resto de libros, porque quizás es el más gordo, 275 pg de las 1111 que tiene está edición son las que llevo coronadas, desde que empezó este 2006
luego, a sus pies: la muerte lúcida, de Paloma Cabadas, empezó su lectura muy bien, allá por pascua, por lo interesante que se pintaba el tema, pero nada más lejos de la realidad, 145 páginas leídas no han servido todavía para encontrar sentido a la vida y a la muerte. Aún quedan 110 páginas para que le encuentre el sentido. Este además es de prestado, por lo que lo tengo que devolver
La secta del perro, es un libro de mediados de agosto. Un breviario anecdótico de la vida de los filósofos cínicos de 140 pgs de las que llevo leídas 60.
Luego, ya metidos en el mes de Septiembre, el "Yo también se jugarme la boca" de Sabina. 185 pgs de 420. Es como un dulce antes de irse a dormir.
Camino de Sencillez, es un libro de la Madre Teresa de Calcuta que aún no he empezado, en la recámara de terminar alguna, ya hace cola en mi mesilla de noche.
Igual papel está el Valor de Educar de Fernando Savater, o Filosofía fácil para bachillerato de José Lasaga. Y uno que me regalaron ayer de poesía "Piedra, corazón del mundo" de Antonio Orihuela
Dos libros más terminan la torre de babel que corona mi mesilla de noche:
- las cinco personas que encontrarás en el cielo, de Mitch Albom, el que escribió "Martes con mi viejo profesor". De este llevo 34 de 217, y ya veremos que tal es, porque de este libro nadie me ha hablado.
Y por último, toda una curiosidad: ¿Por qué los hombres tienen pezones?. Centenares de preguntas que sólo harías a tu médico después del tercer ,martini. 50 páginas de 200.
Ahora me pregunto que carajo hago aquí en vez de estar leyendo

domingo, 24 de septiembre de 2006

Religión

Cuando la vi juro que no tenía intención de acercarme, pero parecía tan desesperada, que no necesité escuchar a mi razón. Sin darme cuenta estaba sentado junto a aquel pequeño angel ahogado en lágrimas. Farfullaba palabras de desaliento, que alentaban unicamente a la desesperanza, perdia, sin sentido, no sabía porque debía seguir viviendo, o porque sobrevivir en una vida que no había escogido, malvivir un tiempo que no quería.
No me costó engatusarla con bonitas palabras y decirle al oído más de cien mentiras que valían la pena para no cortarse de un tajo la vida.
Y tras mi susurro en su oído fue mi brazo el que abrazó su cuello y la arropé en mi pecho, hasta que sin darse cuenta tenía sus labios pegados a los míos, como un naufrago agarrado a una tabla.
Luego, ya podéis imaginar, donde llegó su soledad, el poco valor de sus días y mi necesidad perentoria de abrazarla entre mis piernas.
Después de esa noche, de esos besos, de los excesos sin medida, ya no la volví a ver. Sólo sé que que aquella noche la vi sonreír.

Un año después la he vuelto a ver, auqneu apenas la reconocí. Fue ella quien me vió y dijo mi nombre, me sonrió con unos labios que no recordaba, y me presentó a aquella criatura que llevaba entre los brazos
- ¿Cómo se llama? - pregunté yo
- Religión
- ¿Religión? Y... ¿quien es su padre?
No me contestó, sólo sonrió para no comprometerme a nada y yo entendí aquel silencio
- ¿Por qué le has llamado religión?
Me explicó que aquel niño se había convertido en el sentido de su vida, en el sentido que aquella tarde que nos encontramos había perdido.
Ahora se sentía de nuevo ligado a aquel niño, y religado a la vida.
Ese era el sentido de su vida: El pequeño religión

miércoles, 20 de septiembre de 2006

La jugada

La jugada es la siguiente:
Todo, paarentemente funciona.
Como cada día me levanto por las mañanas, desyuno, me ducho y me voy a trabajar.
Aparentemente todo está igual por las calles pasan coches, se oye el suave murmullo de la ciudad
hasta que llego a mi puesto de trabajo.
aparentemente todo es normal, los alumnos están allí, murmullan y chismorrean
El día aparentemente transcurre normal: Un café, una comidita, otro café...
Por la tarde, la vuelta a casa, ordenar papeles, escuchar un poco de música, cenar, ver la tele un rato y a dormir
Aparentemente todo ha sido normal
Aparentemente ha pasado un día más


Sin embargo nada ha ocurrido
nada ha pasado
porque cuando echo a tirar mano de mis recuerdos
no recuerdo nada...
Nada recuerdo
nada ha pasado
NADA

y mi vida, mi pasado,
es como una hoja en blanco...

como mi blog cuando no se ve

viernes, 15 de septiembre de 2006

Soy del montón


Y qué pasa si soy del montón
Si no me gusta llamar la atención
Si en las fiestas no destaco
Si en el súper se me cuelan
Si por más que me suba la falda
Me tiemblan las piernas.
Ni guapa ni fea
Ni gorda ni flaca
Ni un gran porvenir
Ay de mí,
las dudas más caras
siempre van a por mi.
No me digas,
no me digas
que hoy te has fijao
Después de las noches
que he pasado a tu lado
No me digas que hoy
me ves especial, sobrenatural
Soy del montón
y no estoy de rebajas.
Y qué pasa si soy del montón
Si siempre salgo con mi caparazón.
Si en los bailes siempre piso
Si en el bingo me despisto
Si con un par de copas
Cuento lo más íntimo.
Ni subo ni bajo
Ni pierdo ni gano
Ni llego hasta el fin
Ay de mí,
si cambiara mi suerte
no podría dormir.
No me digas,
no me digas
que hoy te has enamorao
Que me has visto llegar
y te has deslumbrao
No me digas más
Que esta noche quiero volar
Y contigo hace tiempo
que aterricé en este bar.

Pastora

jueves, 14 de septiembre de 2006


Hoy
necesito
que me digas
que me quieres

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Te has ido

Hoy Estrellita me ha dejado. Y me he quedado desolado, como un niño al que le quitan su piruleta y no reacciona. No he llorado. Ni tan siquiera sé porque me ha sorprendido tanto, ni como he podido estar todo este tiempo sin esperarlo, cuando le he dado tantos motivos, aunque ella no me haya dado ninguno para irse. Simplemente se ha ido.
Bueno, no tan simple, dignamente, ha querido salir por la puerta grande. Altiva ha esperado a que yo me despertara y apareciera por el pasillo para hacer la maleta y sin cruzar una palabra largarse, sin antes dejar de mirarme, cerrar un pelín los ojos, forzando la mirada, queriendo "destilar odio" mientras sonreía vengativa y alegre, como si aquello no le afectara, y dando un portazo, como el que da una estocada certera.
Yo me quedé en el pasillo, boquiabierto y bobalicón, con mis calzoncillos arapientos, con mi camiseta imperio para dormir, despeinado y con barba de tres días, sin tener muy claro lo que veían mis ojos miopes.
A los tres minutos he reaccionado, y he dado media vuelta, me encaminé a la nevera, saqué una "duff" y me apalanqué en mi sofá, recuperando la bolsa de papas que dejé hace 3 o 4 días abierta en el comedor.
Se ha ido ¿Y qué? La vida seguirá igual que antes, o sea, sin sentido

martes, 12 de septiembre de 2006

Mentiras piadosas

Cuando le dije que la pasión,
por definición, no puede durar,
como iba yo a saber
que ella se iba a echar a llorar.
- No seas absurdo-, me regañó,
-esa explicación nadie te la pidió,
así que guardatela,
me pone enferma tanta sinceridad-.

Y así fue como aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.

Yo le quería decir
que el azar se parece al deseo
que un beso es sólo un asalto
y la cama es un ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel
y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.
Yo le quería decir
la verdad por amarga que fuera
contarle que el universo
era más ancho que sus caderas.
Le dibujaba un mundo real
no una color de rosa,
pero ella prefería escuchar
mentiras piadosas.

Y cuando por la quinta cerveza
le hablé de esa chica
que me hizo perder la cabeza
estalló,
-¿vas a callarte de una vez por favor?-.

Joaquín Sabina (1990)
El tema incluido en la última gira es de lo más sorprendente, por el tiempo que hacía que no lo cantaba, y por lo cruda y cañera que resulta en directo

lunes, 11 de septiembre de 2006

Literatura

Entonces yo quería ser cirujano, cirujano estético, porque había visto una serie en televisión donde una mujer desfigurada volvía con un rostro nuevo a la vida. Y yo quería ser constructor de nuevas vidas, pero aquel día mi vida dió un vuelco.
Estábamos en clase de literatura y había que realizar una entrevista. Unos se la hicieron a snoppie, otros a la estrella futbolística del momento, pero yo... yo se la hice a un compañero de clase.
La suerte o la desgracia hizo que la tuviera que leer en clase. Me la había inventado, ni tan siquiera era real, ni esa persona siquiera sabía que él era el protagonista de mi historia, pero yo era así de cabrón ya entonces.
El profesor me preguntó: A quién le has hecho la entrevista
- A Paco Roca - le contesté yo mientras le miraba a la cara y veía como su rostro pasaba por veinte colores antes de convertirse en un cuadro de Miró.
Imagino que de haber habido cámaras que inmortalizaran ese momento ya se hubiera puesto en duda mi hombría.
El caso es que al terminar la entrevista cambiaron algo las cosas: Paco andaba sumido en un mar de lágrimas, unas veces de alegría, otras de risa, otras de agradecimiento, y otras... otras no sé de qué. El profesor tampoco escatimó en halagos hacia mí, y mi vocación cambió. Quise ser escritor.
Quizás todo ello justifica este blog, los resquicios de una vocación enfriada, las ganas de inventar pareciendo realidad, de los halagos y de las críticas.
No me importaron tanto las visitas que tiene este blog, ni los halagos en cuanto a "que bien escribes". Me interesaron más los comentarios positivos o negativos sobre lo escrito como si fueran verdad. Los que destilan rabia, metidos en la historia, o las llamadas por teléfono preocupadas por mi estado por lo que había escrito en el blogg, cuando yo estoy de puta madre y solo puedo justificarlo diciendo: "corassón, si sólo es literatura"

sábado, 9 de septiembre de 2006

Trampas

Siempre me han fascinado las trampas y los tramposoos, me parecen magos de la ilegalidad, virtuosos creativos del adulterio: Por eso me encantan los anónimos, y los comentarios desproporcionados, me encanta lo provocativo, me encanta que me intneten copiar en los exámenes, incluso que lo consigan y no me de cuenta. Me encanta el que se trabaja sus acciones.
Pero coincidireis conmigo ( o no, tampoco me importa), que mola un montón ponerlo difícil, vigilar exámenes, buscar culpables, fiscalizar a inocentes, averiguar donde esta la magia.
Por eso me encanta putearte tanto, parta que tu me sigas mintiendo y buscando el agujero que me dejé abierto para joderme más si se puede

viernes, 8 de septiembre de 2006

Malo

Nunca fui malo, tuve una cara de bueno que nunca me aguantaba. No lo digo como algo de lo que me sienta orgulloso. Yo hubiera preferido ser un pandillero, contar por cicatrices las marcas de mi cuerpo y no ser de fiar, porque esos fueron siempre los que se llevaron a las chicas de calle, las chicas que yo desee y nunca tuve. En cambio yo tenái cara de bueno, de tan bueno que parecía tonto. A mi no me decían guapo, me decían bueno, y me decían eso de que te quiero,m como un amigo. Quizas ayudaba la raya a un lado, el pelo repeinado y la piel blanca, lechosa: asquerosamente fina, cual rey de España.
Siempre quise hacer daño, ser vil, pendenciero, marrullero, turbio, impulsivo... y sin embargo me convertí en lo contrario: tu... eres seminarista? Tu puta madre! (pensaba, nunca decía).
Por eso me encantan los comentarios ahora que me dibujan una caricatura de cabrón por personas que no sé si me conocen, pero que sea como sea, me dibujan una media sonrisa ladeada y socarrona, y pienso: Si alguna vez alguien se sintió herido, sólo lamento no haberme dado cuenta para no haberlo disfrutado todo lo que podría y me siento más el que hubiera querido ser y nunca me atreví.

jueves, 7 de septiembre de 2006

Putos niñatos

Resulta que llegamos el otro día, una amiga y yo, a una terraza de un bar, en un pueblo por el que pasamos, con mi ibiza. Aparco justo enfrente de las mesas y sillas y al lado de un pedazo de mercedes 600 SEL V12 con matricula M - NM, osea que si no me equivoco es del 1992 más o menos.
Bueno, a lo que iba. Nos sentamos junto enfrente de los dos coches y creo que el dueño era un cincuentón que estaba tomando algo con su mujer a nuestro lado. En esto llega un 206 ultrastreetrayotunnig en un color inexplicable y todo reluciente y lo típico: con las ventanillas bajadas y la música de Maxima f.m a tope y pegando acelerones para que se oyeran sus "maxmegatubarros", va el tio y aparca en doble fila detras (en gran parte) del mercedes y del mio, se bajan dos pimpines con los pelos despeinados hacia arriba y engominaos hasta el culo, cual típico ex-alumno mío, hijo de papá, se quedan mirando el Mercedes y mi ibiza y se sientan en la mesa de al lado con otros tres colegas que ya estaban en la terraza.
A la que venian a sentarse el hombre del Mercedes le dice educadamente al chico que le quite el coche que va a salir, el neng le dice que sí, que ahora mismo y entre risas con sus amigos comenta por lo bajo que una mierda, que mucho coche pero que le va a tocar esperar un ratito mientras él se regocija con sus amiguitos, los cuales también se partían el culo.
El cincuentón del Mercedes con el coche ya un rato encendido le toca el claxon y le dice que haga el favor de quitárselo y el niñato le dice "k te esperes hombreeee,tanta prisa y tanta polla" (palabras textuales) y el crío sigue bebiéndose su caña con los amigos de fondo partiéndose el culo.
Ahora viene lo bueno, el tío del mercedes mete marcha atras y acelera a tope con sus 408 cv que tiene su coche (si no me equivoco) y le mete al del 206 un estacazo que le empotra toda la puerta del copiloto para dentro medio metro por lo menos, yo y todos los de alli nos quedamos pasmaos, menos el crio del 206 que se quedó petrificado. Se avalanzan sobre él todos los chavales y tres o cuatro tios que estábamos alli les paramos los pies.
El dueño del 206 le empieza a gritar al del mercedes que si está loco, que si tal....
El cincuentón se baja tranquilamente (la mujer ni se menea, se queda sentadita) y le suelta al chaval que creía que ya se lo habia quitado y que no habia visto el coche y le dice para mi la frase del siglo: "MIRA HIJO, PARA SER CHULO EN ESTA VIDA HAY QUE TENER COJONES Y DINERO y ahora saca los papeles que hacemos el parte, y no te preocupes, que la culpa la he tenido yo, pero tu coche se va ha quedar un mesecito en el taller,un poco mas de lo que tu me has hecho esperar a mi.
Im-presionante: la gente hasta aplaudia,el niñato no sabia donde meterse y creo que no va a olvidar esa frase en su vida.
A todo esto, decir que el mercedes ni siquiera se abolló, unos raguños de la inexplicable pintura del otro y ya está. Vamos, ni comparación con lo que le hizo al 206.

martes, 5 de septiembre de 2006

Anónimo Fernández

Anónimo Fernández lleva viniendo a varias conferencias mías. No suele ponerse en primera fila, pero tampoco se esconde, no hace nada de lo cual yo pueda sospechar, nos cruzamos por la calle, y tan siquiera me mira, compra en el mismo super que compro yo, unas horas después o un poco antes, pasa por otra caja y se va en otra dirección. A veces me escucha cuando yo ni me fijo en que había nadie allí, y piensa, piensa pero no habla.
Anónimo Fernández sabe más que yo, más que yo de la vida y de todas las cosas. Anónimo podría enseñar muchas más cosas de las que enseño yo, y quizás mejor, pero no tuvo el descaro de decir "aquí estoy yo", ni de venderse aunque fuera un poquito, porque el mundo en el que vivimos anda tan rápido que no nos da permiso para asomarnos por la ventana y ver que se mueve a mi alrededor, y a mi alrededor estaba él. Sólo tenía que levantar un poco la voz, o decir "Ey, que estoy aquí". entonces yo le hubiera mirado, hubiera sonreído y me hubiera rendido a la evidencia de saber en que dirección escucho, y no desorientarme, sin saber donde está el valor de las palabras, ni hacia donde se dirigen

Dedicado a los anónimos que fueron y que nunca serán

viernes, 1 de septiembre de 2006

Kike

Hoy me he acordado de Kike.
Apareció en mi vida cuando yo apenas tenía 14 años y no me afeitaba. El, lo recuerdo como si fuera ayer, apareció con una camiseta naranja, horrible, como sacado de un dibujo animado, de un psiquiátrico, o de una peli donde se humilla al más tonto irrumpió en mi vida, sentándose en primera fila, en aquel sitio que nadie quería.
Kike no parecía tener muchas luces, y sin embargo, su espeluznate letra, temblorosa y desproporcionaba, escondía una vida llena de sin sabores, de desgracias, de momentos invividos e invivibles. Aun así Kike consiguió el número uno de nuestra promoción.
Kike sólo suspendió una asignatura en su vida: Biología, el curso que tuvimos que abrir aquel hamster para ver como funcionaba por dentro. Se negó, y sin embargo se hizo médico. Se hizo médico, porque Kike podía ser lo que quisiera, porque tenía nota para hacer lo que quisiera... siendo tan tonto como siempre y dotado de tan pocos recursos sociales como para entablar una amistad, o reflexionar en voz alta cualqueir cosa que no pareciera ridícula.
Kike después de estudiar medicina, estudió oncología, creo yo, porque sus padres murieron, ambos de cáncer, o porque sintiéndose deshauciado de esta vida, quiso estar al lado de los que ya no tenían vuelta atrás. Y se especializó en oncología, porque tenía inteligencia, tiempo y dedicación, para ser el número uno.
Sin embargo cuando hace un par de años lo ví por casualidad, me explicó que estaba en el laboratorio del hospital, analizando cacas. Creí que no servía ni para darse cuenta de que había abandonado un trabajo vocacional por uno puramente mecánico. El, sin embargo, me explicó que lo dejó porque aquel trabajo en oncología era muy triste, porque los pacientes se le morían.
Me reí, sintíendole inferior una vez más en esta vida.


Hoy me he acordado de él, porque empiezo a estar harto de que se muera la gente, la gente que está bien, o superficialmente bien.
Cuando me fuí de vacaciones David estaba perfectamente regular. Me había invitado a un café y habíamos estaod hablando del cabezazo de Zidane; antes me había contado de aquella chica con la que se había pasado una semana sin salir de casa, con ese acento argelino, que él perjuraba era de Marsella.
El chino ha muerto me decía Maria esta mañana... Ya hace un par de semanas, murió en prisión.
- Joder - sólo he podido pensar yo, y se me ha entristecido el alma, aunque mantenía la sonrisa en la cara. La gente se muere, pero es jodido morirse en prisión. Ya se murió Huercio, y antes López F... Bueno, y muchos más que yo no voy a ver; pero de nuevo la vida me sacude mis raices y me recuerda que lo que hoy tengo mañana no estará.

Termino recordando a Diógenes (perdonad la pedantería), cuando dice que sólo nos hará felices aquello que tenemos y no aquello que tomamos prestado de la vida, todo aquello que no nos llevaremos a la tumba, todo aquello es irrelevante. Pero si me llevaré el recuerdo de Huercio, del Chino, y lo vivido junto a ellos: las lágrimas, las risas, los abrazos.