Noticia


martes, 29 de abril de 2008

Cita con una musa

Quedamos a las siete y son las nueve,

esto ya me huele a plantón.
Te espero mojado porque te deseo
y porque llueve,
me cobijo en una canción.
Una canción desesperada,
escrita de un tirón de corazón
que suena al ritmo al que palpita
el botón de mis rellamadas.
La de la información gratuita me grita:
"¡Me tiene usted frita, señor!"
Frente arrugada, ojos mohinos, cuello encogido
y una mano agarrada al rabo de una flor,
me pongo en lo peor: "¿Te habrán secuestrado,
te habrán abducido?"
No te estaría mal empleado
por meterme en una canción.
En esta canción desesperada,
compuesta compuesto y sin ti.
Malvada Inés, musa inesperada,
heme aquí, cual ciprés, haciendo de mis pies raíz.
Me siento como el dueño de un bar vacío,
como las lumis mientras juega la Selección,
viendo pasar la gente
con un trajín que no es el mío.
Esa que viene por ahí
me parece que eres tú, pero no.
Es una canción desesperada,
un manotazo de ahogado, ensayo y error.
Un homenaje de desagravio
en brazos de una balada,
el rosario de un poeta becario,
una pataleta de cantautor.
Se acabó, me voy, si lo sé no vengo.
Más de mí no doy, acción-reacción.
perjudicado pero contento,
por tu obra y gracia, ya la tengo:
mira tú por dónde, ¡Otra canción!
pa mi repertorio, ¡muchísimas gracias!
Que remedio, otra canción
que de algún modo palie tu afrenta.
¿Te imaginas que la coloco en los cuanrenta?
Quizás entonces si que vendrías, eh?
Qué remedio, otra canción.
El alivio a este pellizco estomacal,
la lisis de esta semicrisis de ansiedad.
Y ahora que caigo... Ayer no cambiaron la hora?
Preguntaré a esa señora: "Señora,
perdone, ¿me puede decir que hora es?
Se pone: "Las siete y diez"
- ¿Las siete y diez?
- Si, las siete y diez.
-Gracias.
Las siete y diez... eso es que
había que atrasar la hora y yo la adelanté.
Por lo tonto, llevo aquí perdiendo la autoestima
desde las cinco!... Ya pongo yo la rima.
Doy un brinco!!!!...,
al verte aparecer.
De pronto, deja de llover:
- ¿Hace mucho que esperas?
- Que va preciosa, acabo de llegar.
¡Qué guapa estás!
toma una rosa.
Riki López
Cita con una musa
Buenrollitina. 2007
Dedicado a Vega

sábado, 26 de abril de 2008


Ahora que estamos solos te diré

que aunque tu me mires como miro

aunque te admire como escribo

a mi nunca me gusté.

Me leo, me releo, y cambio palabras

dejo otras que suenan mal

pero que me parece que suenan

maravillosamente mal.

No te entiendo ni me entiendo

cuando le doy a la tecla "publicar".

entiendo que lo que entiende

el que lee y que nada comenta

es que no hay nada que comentar.

Que ni para poesía sirve,

ni remover sentimientos

ni digo la verdad cuando miento

ni cuando me decido a decir la verdad

miércoles, 23 de abril de 2008

La Historia de Amram

Amram era rey de Edom.

Cuando supo la llegada del termino de sus días, llamó a su primogénito y le dijo: Hijo mío, has de saber que desde hace muchos años tengo una concubina a la que siempre he amado con todo mi corazón. cuando yo muera, quiero que te hagas cargo de ella y la proveas de lo necesario para su sustento. prométeme que así lo harás. El primogénito prometió cumplir la voluntad de su padre y salió de la habitación.

Entonces Amram llamó a su hijo menor y le dijo: Hijo mío, has de saber que hace años que tengo una concubina a la que he amado mucho. Cuando yo me muera, ve a su casa y mátala.

De este modo cumplió con su deber de hombre bueno y tierno amante y, al mismo tiempo, con su deber de rey, eliminando a quien pudiera de algún modo, obstaculizar la sucesión.

lunes, 21 de abril de 2008

Fantasías hundidas


Tatareabas esa puta cancion como si yo no existiera
mis dotes de psicólogo me hicieorn creer que no te importaba
no no, lo que le pasa es que estabas nerviosa
Estabas alli como si yo no estuviera
fuiste derrumbando una a una los atisbos que yo veia para construir mis fantasías
quise ser un caballero, y no eché el anzuelo en ninguna ocasión
no quise buscarme más problemas de los que tenía
si iba a tener uno más quería que fuera porque había aparecido en mi camino
no porque yo lo hubiera buscado.
pasé el tiempo que estuviste en la sala de espera conmigo
intentando reconocer la canción hasta que llegó su novio,
entonces te pusiste de pie junto a él, lo besaste como si se fuera a terminar
y a continuación contoneastes tu cadera, insinuando un baile
mientras alejabas tu boca de sus labios, y pasabas del susurro a la voz
cantando por fin la melodía uqe toda la tarde intentaba descubrir:
" No podría estar una noche más sin chupar tu sexo"
Entonces me corrí

viernes, 18 de abril de 2008

Encuentros

He de decir que no me conocías,
pero desde que te vi desde lo lejos
me caíste bien.
Me miraste cuando te miré
o quizás ya me mirabas antes,
no lo sé.
Tu mirada vomitaba
una desfachatez inusual en cualquier mirada.
Te dió igual todo,
te quedaste quieta,
esperando ver como mis pisadas
llegaban a la altura de tus pasos;
no respondiste a ningún otro estímulo
parecía que en el mundo sólo existíamos tu y yo.
Yo seguí mi camino, y tu sólo ladeaste el cuello
para sin pestañear seguir mirándome
con una mirada que lejos de hacerme sentír incómodo
me hacía sentir seductor a tus expectativas.
Sólo entonces,
te quisiste poner a dos patas
para encaramarte a mi pierna

miércoles, 16 de abril de 2008

Bebiendo de las fuentes


Aodayo, aodayo - gritaba mientras se iba acercando a la fuente donde su hermana mayor haciendo grandes esfuerzos para unir su fuerza y su maña, para poder beber de aquel agua fresca que encerraba aquel duro aparato de hierro que sólo vomitaría el fresco maná a aquellos más aguerridos entre sus visitantes.


Estaba claro que para su hermana mayor suponía un handicap apretar con fuerza ese botón e inclinar la cabeza para refrescarse. Y por supuesto no entraba en sus planes dar de beber a su hermana menor, que como todos los hermanos pequeños aprendió la envidia de lo que poseían sus hermanos mayores y la astucia para conseguir lo que no estaba a su alcance.


Con el grito de "aodayo", suplicaba a su hermana mayor, que llegaba su turno para beber.


La hermana mayor ignoró el vocablo adaptado por su hermana, y seguía ingeniándose para poder apretar y beber al tiempo.


La pequeña, que ya había llegado hasta el lugar donde se encontraba su hermana, y ajena a todo aquel proceso de ingeniería a la vez que conocedora de sus limitaciones; aprovechándose del aprendido cuidado al que los mayores siempre le habían sometido, pedía el favor de su hermana:"¿Mapetas?"


La hermana que parecía no haber reparado en la evidente presencia de la pequeña seguía a las suyas sin prestar atención a lo que pasaba a escasos centímetros de ella. Y ajena a la ignorancia de su hermana mayor, la pequeña parecía confiar en la ignorada suplica a la que había sometido a su hermana.


En un siguiente intento, apretó el botón con dureza exprimiendo el agua de aquella fuente a la vez que aproximaba su boca al flujo de aquel armatoste de hierro que descendía del caño al suelo


Consiguió beber, ignorando que centimetros debajo de ella, su hermana, con los ojos cerrados y la boca abierta, bebía del agua que había chocado contra su mejilla, aquella agua que había escapado de su boca, y que la pequeña agradecía como un tesoro dondado gratuitamente por su hermana con amor


lunes, 14 de abril de 2008

Jedi

Fummmmmmmmmm,

el sonido de mi espada corta el ruido del vacio que provoca tu silencio
he oído un ruido y no he dudado en utilizar mi arma para ponerme en posición de defensa,
lo haría incluso a sabiendas de que el ruido no procediese de ningún enemigo.
Además siempre fue nuestra forma de darnos la bienvenida:
Rotaba rápidamente sobre mi pie izquierdo hasta tu posición,
mientras mis manos se dirigían a la vaina que pendía de mi cintura,
flexionaba la pierna izquierda, dejando la derecha tensa hacia atrás
y alargaba los brazos con mi espada desenfundando a mi eterna compañera,
luego si eras tu mi compañía, sonreía, me erigía en mi posición
y agachaba la cabeza a la vez que guardaba el light sabre;
entonces sin prisas, disfrutando el momento, lentamente
me acercaba hacia ti, con las manos extendidas

sobresaliendo de la túnica, sonreía y te abrazaba
dejando reposar mi cabeza en el hombro de lo que para mi
siempre había sido un guerrero de la luz.

jueves, 10 de abril de 2008

Reformas

Después de un tiempo
sin ver que aquello adelantaba,
que las putas ruinas eran romanas,
decidí venirme a vivir al desierto.
Aquí no hay nada.
Todo lo dejé allí.
Pobre, de nuevo,
inventaré mi futuro
a partir de las cenizas del pasado,
del recuerdo de las cosas que un día
no me fueron nada mal