Será un placer acompañarla. No importa que difícil dilema tenga que resolver - se ofreció -. Nunca dejo en la estacada, a una mujer hermosa.
- ¿Y cómo sabe que soy una mujer hermosa? - pregunté-. En este momento, no es que mi aspecto revele muhco.
- Una mujer hermosa no lo es por su aspecto sino por su carácter.
No pude evitar sonreír, a pesar de todo. Aquel hombre sabía como camelar a las mujeres.
- ¿En quién está pensando? - me preguntó
- ¿Cómo dice?
- Acaba de sonreír muy ensimismada. Y sólo se sonríe así cuando se piensa en alguien por quien nos sentimos atraídos.
Ese hombre no sólo sabía qué les gusta a las mujeres, sino que también sabía en qué piensan. Y yo no sabía si eso me gustaba
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