Noticia


martes, 5 de junio de 2007

Morbo

Bajaba del coche, oí sus gritos desde la acera
Se colaban por tu ventana abierta de la habitación,
no se veía nada, pero me sentía un espectador de excepción
Te recriminaba a gritos lo mal que le tratabas,
ni una sonrisa, ni una buena palabra
desde que había atravesado el umbral.
Y yo pensé lo nada que te había gritado en la vida
y solo que me habías dejado.


Entonces pensé como terminaría esa discusión.
Ella llorando abrazada a él implorando perdón,
y él sucumbiendo a sus besos mojados por sus lágrimas
apasionadamente apasionado haciendo el amor...


Y lo poco que me interesaba aquella relación