Noticia


martes, 1 de noviembre de 2011

Emilio

A veces la emoción, los nervios o no sé muy bien como llamarlo
hace que seas capaz de jugarte la vida sin reparar en ella
Hay ocasiones en que ponemos mucho en juego
y lo ponemos en manos de desconocidos
como cuando subimos a un taxi o a un avión.
Quizás hasta en esos momentos no nos demos cuenta,
no reparemos, en que lo que está en juego es nuestra vida
porque realmente no nos jugamos la vida,
solamente intentamos viajar.
Otras veces sólo cuando te encuentras en caida libre
a 4000 metros de la tierra a la espera de que un desconocido,
al que te han presentado hace menos de 15 minutos,
sea capaz de hacer su trabajo y no se equivoque,
porque tu vida, no sabes muy bien porqué, está toda en sus manos.
Así conocí a Emilio, sin miedos, pero con nervios.
Como dice mi cuñada, quizás porque sabes que pones tu vida en sus manos,
te cae bien, sea como sea, porque te conviene que te caiga bien.
Sólo en el momento donde no hay más vuelta atrás me pregunta
¿Te gusta?
Es alucinante - Atino a contestar.
Pues a esto me dedico en la vida - sentencia
Y yo pienso: "A tener en sus manos el final de la vida de tanta gente"

1 comentario:

Lorena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.